Así nace gimme a kitsch! Como un accidente deseado, un error pretendido, un no hay mal que por bien no venga... Pero tenemos que reconocer que la Sustancia X la teníamos de serie, no os creáis.
No sabríamos decir en qué momento, el kitsch dejó de ser una folclórica subida al televisor de tu abuela, para convertirse en un recurso usado por todos. Sí, sí, no te hagas el longui… que te encantan las camisetas chillonas, los gatitos con fondos de nebulosas y los pelos de colores. Pero que oye, que a nosotros también.
Bienvenido a esta locura. Porque sí, porque nos gusta el mmm. Vas a ver todo aquello que te encanta pero que no reconoces. Hazme caso, que si por ti fuera te tatuabas un My Little Pony en el pecho. Lo sabemos. Lo sabes.
En el colegio nos llamaban raros, y con razón. Porque aquí si de algo entendemos es de nada y de todo un poco. Pero siempre con colorines.
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