El
arte contemporáneo sufre el lastre de no ser entendido por muchos, pero para
todos aquellos escépticos os quiero dar un consejo: Consiste en abrir un poco
más los ojos, y ver que tampoco hay tanto que entender.
Vivo
en una de las ciudades mas barrocas bajo mi punto de vista, Sevilla, que además
de barroca es preciosa. Por ello entiendo que pueda ser una ciudad algo
reticente a grandes cambios artísticos.
Diciendo
esto estoy arriesgándome a que toda la modernidad hipster sevillana (dentro de
la cual me incluyo) venga a lapidarme a la puerta de mi casa, pero queridos, es
un hecho.